Este post es diferente, es el primero que intento escribir con una voz masculina. Como siempre, me encantará recibir sus comentarios y sugerencias. Ustedes son el manantial que me ayuda a seguir creando.
Dejo de escribir pero ustedes no de leer... disfruten.
Que hermosa luces desnuda, tu estómago y pecho vibrantes.
Se desvanece el tiempo ante tu horizonte tendida, tus mil claroscuros y secretos son promesas del universo que descubro acariciando. En el bosque de tu sexo soy indómito también, inesperado como la creciente que me guió por tu cuello, resbalé por tus senos hacia tu vientre agitado, rabioso como tu lengua.
Desnuda, tus sonidos huelen, tu piel rebosa sabor.
Tus cabellos se deshacen entre mis manos como arena sobre tu piel blanca, y en la playa de tu sexo me inundo del sabor de tu aliento, arrulado por tu voz, interrumpida y silenciosa. La curva última de tu espalda arranca mi pasado, volviéndome el rosa intenso de tus labios y tu sexo irritado. Tu estómago y pecho vibran.
Desnuda, eres la gruta alta en la cima donde reposa un tierno animal.
Cada curva se torna el desvío al mar o un abismo. Tu lengua es como tu brazo como tu pierna y a través de tu abrazo el sudor y la piel pierden su aroma. El calor se diluye con la respiración en una negrura honda que cubre el dolor de uñas y dientes afilados. Heridas por las que te sigo a un cielo desconocido, que en un parpadeo desaparece.
No respiro hasta sentir el ahogo de tu cuerpo en el mío. Me abrazas y brillas desnuda como tus ojos engarzados.
Luces hermosa.
Fotografía de Nick Night para el Calendario Pirelli 2004